domingo, 7 de febrero de 2010

Y por ké lo sé?

Simple, soy el ke escucha a todos, el ke tiene en sus manos la palabra de ajenos, el ke está al otro lado del locutorio, en lo oscuro o no, pero en silencio, dirigiento el correcto funcionamiento de la sesión de grabación, en dos palabras: técnico de sonido.
Mi trabajo consiste en dar soporte a la posteridad de las grandes ideas ke revolotean por dokier y ke solo la mente de los artistas es capaz de sintetizar y lanzar al mundo para crear sensaciones en los oyentes.
Lamentablemente, si la retribución recibida a cambio midiese su trascendencia, las sensaciones producidas deben de ser algo pobres en comparación a la grandeza de la creatividad y el esfuerzo de los ke estamos al otro lado del altavoz, ya ke si esta ecuación se cumple para estas navidades podría invitar a 5mil personas a... una buena mariscada de soplos de viento!! Resumiendo, ke os compreis los putos discos, coño!
Cuando comprais un disco invertís en la carrera musical de un artista, es decir, permitís ke pueda seguir haciendo discos y ke yo pueda cobrar por mi trabajo, ke dicho sea de paso, sólo se paga una vez, yo no vivo de porcentajes. En cambio cuando copiais un disco o lo descargais de internet, impedís ke se realicen más, contribuis a la desaparición de la música y me condenais a trabajar gratis.
Imaginaros ke me diría la cajera del supermercado si la dijera: Oye, hoy me llevo el arroz gratis!
Suena absurdo? Imaginad ahora, por favor, lo absurdo ke es para mí entonces ke no pagueis por disfrutar de una de las más bellas creaciones del hombre, la música.
En fin, esto es sólo una primera reflexión ke kería exponer. Pronto continuaré con más pensamientos, vivencias, y alguna curiosidad cómica de las ke se pueden recojer en mi pekeño mundo.
Gracias por haberme dedicado estos 2 o 3 minutitos. Cordial saludo.